
En un mundo saturado de imágenes, ¿cómo acercar el cine a quien no ve? Esa pregunta es precisamente la que aborda el taller “Sentimos el cine”, una iniciativa desarrollada en Huesca que invita a escolares de cuarto y quinto de Primaria a ver películas con otros sentidos. A través de proyecciones adaptadas, dinámicas sensoriales y coloquios con personas con discapacidad visual, este proyecto busca generar empatía, conciencia y conocimiento sobre accesibilidad audiovisual.
Desde la perspectiva de la tiflotecnología, este tipo de iniciativas representa un puente entre lo visual y lo sensorial. Las estrategias de accesibilidad audiovisual —por ejemplo, la audiodescripción para cine— se enriquecen cuando se combinan con experiencias vivenciales que permiten a estudiantes “sentir” el guion, los ambientes o los perfiles emocionales de los personajes.
Lo que revela el taller
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Primero, los alumnos asisten a proyecciones con audiodescripción o versiones adaptadas, para percibir diálogos, ambientes y acciones sin depender exclusivamente de la imagen.
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Después, a través de ejercicios sensoriales —ruidos, sonidos ambientales, tacto— exploran cómo se puede construir una película interior con otros estímulos, fomentando que valoren las barreras que enfrentan las personas con discapacidad visual.
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También, se incluyen colaboraciones con personas ciegas y con baja visión que participan en los coloquios, compartiendo su experiencia directa del acceso al cine.
Este formato va más allá de la simple adaptación técnica: es una forma de transformar la educación cultural, permitiendo que niñas y niños comprendan que el acceso a la cultura es un derecho que exige diseño, tecnología y sensibilidad.
Conexiones con educación inclusiva y tecnología
La aplicación de la tiflotecnología en el ámbito audiovisual no se limita a la adaptación de versiones ya existentes, sino que también puede impulsar creaciones originales accesibles desde su concepción. En el taller “Sentimos el cine”, los estudiantes observan cómo una narrativa visual puede reescribirse para ser inclusiva, con herramientas interdisciplinarias: diseño sonoro, guion pensado para audiodescripción, maquetas táctiles, recursos de realidad aumentada auditiva, entre otros posibles apoyos.
Además, en el contexto educativo, esta experiencia refuerza competencias fundamentales: empatía, alfabetización sensorial, conciencia de la accesibilidad y pensamiento inclusivo. Y todo ello ocurre en un entorno aún escolar, cuando aún pueden sembrarse actitudes de equidad cultural.
Cuando el cine deja de ser solo imagen y se convierte en experiencia multisensorial, abrimos nuevas puertas para quienes no dependen únicamente de la vista. El taller “Sentimos el cine” es un ejemplo inspirador de cómo la tiflotecnología puede co-producir cultura con todos los sentidos, contribuyendo a que las aulas se transformen en espacios verdaderamente inclusivos. En CONTICGO.net seguiremos promoviendo y acompañando estos desarrollos que derriban barreras y construyen puentes hacia una accesibilidad real.
Enlaces de entrada recomendados
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El Diario de Huesca – informe sobre el taller “Sentimos el cine”
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