
La tecnología, desarrollada por científicos chinos, combina gafas inteligentes, auriculares óseos y piel artificial para ofrecer orientación multisensorial.
Un grupo de investigadores de la Universidad Jiao Tong de Shanghái ha desarrollado un sistema portátil impulsado por inteligencia artificial (IA) para asistir en la orientación de personas con discapacidad visual. El dispositivo, que analiza el entorno y guía al usuario mediante instrucciones de voz y señales hápticas, ha sido presentado en la revista científica Nature Machine Intelligence.
Este nuevo sistema representa un importante avance en el desarrollo de tecnologías de asistencia visual, al integrar soluciones tanto de software como de hardware en un diseño centrado en el usuario. “Proponemos un sistema portátil multimodal que mejora la experiencia mediante la integración de avances tecnológicos”, señalan los autores del estudio.
La innovación se basa en un conjunto de dispositivos: unas gafas inteligentes con cámara incorporada, auriculares de conducción ósea y pieles artificiales flexibles colocadas en las muñecas. La cámara analiza el entorno mediante un algoritmo de IA, identificando rutas seguras y obstáculos. Los auriculares transmiten las instrucciones auditivas sin bloquear los oídos, lo que permite a los usuarios mantenerse alertas a los sonidos del entorno. Por su parte, las pieles artificiales emiten vibraciones para indicar giros y evitar obstáculos laterales.
Durante las pruebas, realizadas tanto en entornos reales como virtuales, el sistema mostró mejoras significativas en tareas como evitar obstáculos en un laberinto o encontrar y sujetar objetos. Estas pruebas se realizaron con la participación de robots humanoides, personas con baja visión y personas con discapacidad visual.
“Este estudio marca un avance hacia sistemas accesibles de ayuda visual”, explican los investigadores, aunque reconocen que aún se requiere más investigación para optimizar la tecnología.
Eduardo Fernández, director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández, valora positivamente el trabajo del equipo liderado por Leilei Gu, aunque advierte que el estudio se realizó con pocos participantes y en entornos controlados. Fernández también destaca la necesidad de mejorar la precisión del sistema, reducir su tamaño y aumentar su aceptación entre los usuarios. “Es crucial que estas tecnologías sean intuitivas, cómodas y aceptadas socialmente para lograr una adopción generalizada”, concluye.