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Rehabilitación en movilidad: aprender a moverse con bastón

Rehabilitación en movilidad: aprender a moverse con bastón

En este vídeo profundizaremos en los conceptos y consejos que comparte Salomé, nuestra trabajadora social, en el vídeo sobre rehabilitación en movilidad para que personas ciegas o con baja visión aprendan a moverse con bastón y mejoren su autonomía. A lo largo de sus palabras, aborda temas esenciales: cómo empezar con el bastón, cómo superar los miedos iniciales, y las diferencias y utilidades de los bastones de distintos colores (blanco, rojo y verde).

Rehabilitación en movilidad - Asociación EsRetina
La importancia del bastón como herramienta de autonomía

Desde el inicio, Salomé Huerdo destaca que el bastón no es solo un accesorio: es una herramienta fundamental para otorgar mayor independencia a las personas con discapacidad visual. Usarlo adecuadamente reduce riesgos de tropiezos, caídas o colisiones, al mismo tiempo que permite al usuario orientarse mejor en su entorno con seguridad. El bastón es, por tanto, un compañero para caminar con confianza.

Consejos para quienes comienzan a usar el bastón

Para quien se está iniciando, nuestra trabajadora social recomienda empezar con pasos lentos y cuidadosos. No hay que forzar el uso ni obligarse a grandes distancias al principio. Se puede practicar en entornos controlados (una habitación amplia, pasillos, espacios sin obstáculos) para familiarizarse con el tacto, el golpeo del bastón y la sensibilidad al suelo.

Además, es importante tener constancia: hacer ejercicios diarios, pequeñas caminatas, repetición de trayectos sencillos, para ganar seguridad progresivamente.

Cómo afrontar el miedo inicial

El miedo —explica Salomé— es algo natural cuando uno piensa en salir a la calle con un bastón por primera vez. Puede surgir temor a ser señalado por otros, a cometer errores o a encontrarse con obstáculos inesperados.

Para superarlo, ella sugiere ir acompañado al principio (algún amigo, familiar o profesional), comenzar por rutas tranquilas y conocidas, tener mentalidad de ensayo: “si falla, lo intento de nuevo”, también es importante celebrar cada pequeño avance

Con el tiempo, la práctica y la seguridad adquirida, ese miedo tiende a disminuir.

El bastón como símbolo y herramienta: blanco y verde

En el vídeo, Salomé explica que el bastón verde es menos conocido, pero tiene funciones específicas. Mientras que el bastón blanco es el símbolo más extendido de discapacidad visual y alerta a los demás de la condición de la persona, el bastón verde puede utilizarse en contextos de rehabilitación o entrenamiento — por ejemplo, para diferenciar etapas del aprendizaje motriz, o para indicar ciertas modalidades de movilidad (por ejemplo, movilidad en espacios interiores, uso asistido, etc.).

El bastón blanco, en cambio, es el tradicional y reconocible en la vía pública: señala que quien lo lleva tiene discapacidad visual, lo cual genera responsabilidad en terceros (peatones, conductores) para mantener cierta prudencia.

Diferencias entre bastón rojo, blanco y verde

Salomé señala también las diferencias más frecuentes entre los bastones:

  • Bastón blanco: el más utilizado públicamente. Es el símbolo de la discapacidad visual, sirve como advertencia a otras personas de que quien lo lleva puede no ver obstáculos.
  • Bastón verde: más utilizado en fases de rehabilitación o entrenamiento, puede indicar que el usuario está en proceso de aprendizaje o que necesita cierta ayuda adicional.
  • Bastón rojo: en algunos contextos, se usa para señalar discapacidad visual combinada con discapacidad auditiva (sordoceguera), como advertencia adicional de que la persona tampoco puede oír.

Estas diferencias no siempre son universales — dependen de normas o costumbres locales — pero ayudan a marcar fases o situaciones particulares.

Cómo contribuyen el bastón verde y el blanco a la movilidad

El bastón verde, en los ejercicios de rehabilitación, permite que el aprendiz identifique distintas etapas del dominio de la técnica sin sentir que “ya debe salir al exterior”. Es una señal de que todavía se está entrenando, y puede dar margen para equivocarse sin presión social.

Por su parte, el bastón blanco en la calle es una garantía: facilita que quienes comparten el espacio (peatones, conductores) comprendan que deben tener mayor precaución. En ese sentido, contribuye a la seguridad activa (que los demás moderen su velocidad o movimiento) y pasiva (que el usuario pueda detectar obstáculos antes de que alguien se acerque demasiado).

Las fases del aprendizaje motriz con el bastón

Salomé sugiere que el aprendizaje no es inmediato: hay una progresión. Primero, el usuario aprende a “sentir” el entorno con el bastón — detectar cambios de superficie, bordillos, objetos en el suelo — y luego a integrarlos al caminar con fluidez. Después, vendrá el uso en espacios más complejos: aceras, pasos de peatones, cruces. Cada fase exige más control, anticipación y confianza.

Este proceso gradual ayuda a evitar frustraciones y favorece que los avances sean sostenibles.

Errores comunes y cómo corregirlos

Durante el aprendizaje, Salomé advierte sobre ciertos errores frecuentes:

  • Avanzar demasiado rápido sin haber interiorizado el tacto del bastón.
  • Sostener el bastón con demasiada rigidez.
  • No adaptar la longitud del bastón a la estatura.
  • No observar el entorno con el resto de los sentidos (oído, tacto).

Para corregirlos, recomienda retroceder a pasos más lentos, revisar la postura, recibir orientación profesional (un terapeuta ocupacional, orientador en movilidad) y practicar de forma consciente, prestando atención al cuerpo y los movimientos.

Experiencias y motivación: construir confianza

Uno de los mensajes más poderosos de Salomé es el de la motivación: cada pequeño avance es importante. Compartir experiencias —veces que el bastón “salvó” de un tropiezo, momentos en que se sintió independiente— ayuda a reforzar la confianza. Ver a otros usuarios caminar seguros con el bastón puede servir de espejo inspirador para quienes comienzan.

La constancia, la paciencia y el apoyo social son claves para que el uso del bastón deje de ser un desafío para convertirse en una herramienta de vida.

Conclusión: un camino hacia la autonomía

Para cerrar este vídeo, Salomé nos invita a ver el bastón no como una limitación, sino como una puerta de libertad. Sí, al inicio puede haber inseguridades y tropiezos, pero con práctica guiada, acompañamiento y progresión consciente, el bastón ofrece una forma segura de moverse por el mundo con más autonomía.

Invito a quienes vean este vídeo a dejar sus comentarios: ¿Cómo ha sido vuestra experiencia con el bastón? ¿Qué dudas os surgieron al verlo?

En nuestro canal de youtube y en nuestras redes sociales encontrarás más vídeos como este.

 

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